Nueve directivos “inmersos” por tres días en el CIEM para aprender técnicas innovadoras
Desde init, empresa gestora del CIEM (www.ciemzaragoza.es) hemos puesto en marcha un programa especialmente dirigido a directivos de empresa. Bajo el nombre de “Inmersión Directiva”, los directivos pasan tres días completos viviendo un programa que aúna el trabajo en “cuerpo, corazón y mente” tanto de los directivos como de la empresa, para resolver un reto específico.
Ya lo decía el físico alemán Albert Einstein -”Insanity is doing the same thing over and over again and expecting different results”- “Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Eso es lo que desde initland, el Sistema de Centros de Innovación y Emprendimiento del Grupo init, pretendemos inculcar a directivos/as de empresas y empresarios a través de la Inmersión Directiva.
Una experiencia que aporta un valor añadido a aquellos directivos que buscan una renovación profunda y salir de la zona de confort a la que inconscientemente están sometidos. Mediante sesiones dirigidas alcanzan nuevas visiones, opciones, y herramientas que les permite ser más competitivos. Un nuevo hacer basado en el aprendizaje disruptivo, es decir cambiar los esquemas del pasado, la manera de hacer empresa para adaptarse y no morir.
Para conseguir este cambio, primero mental y después físico, “secuestramos” durante tres días al equipo directivo dentro del CIEM.
72 horas, tiempo en el que a través de la máxima de que el contexto condiciona el comportamiento les transportamos y descubrimos un entorno de trabajo innovador y colaborativo, orientado a gestionar nuevas ideas en un marco diferente.
“Para ello- comenta Alfredo Elías– la Inmersión Directiva trabaja en el cuerpo, corazón y mente del directivo, convencidos de la importancia que tiene la coordinación de estas tres partes. El trabajo inside-out se simultanea con un trabajo en la empresa, en el que se modela su mente (estructura organizativa), corazón (cultura organizacional) y cuerpo (capacidades económico-financieras)”. Las dinámicas están orientadas a mostrar la importancia y el impacto de la condición física, emocional e intelectual entre ellas, y sus consecuencias en las decisiones. Este análisis de fondo cambia en el directivo la visión personal, y su interacción con su entorno. Como consecuencia, se genera un cambio en la narrativa personal y empresarial que llevará a cambios en los procesos y resultados.
Durante los tres días de Inmersión, los directivos viven un proceso en el que deconstruyen sus narrativas habituales, elaboran una narrativa conjunta en la que se respetan y aprovechan los talentos individuales, y se construye una nueva visión conjunta.
“Finalmente,-destaca Paula Jaureguibeitia– los directivos se marcharon con la sensación agridulce, por una parte lo positivo de todo lo aprendido y por otra la abrumadora sensación de todo lo que les queda por andar. Vinieron con muchas ganas de obtener respuestas y se fueron con un desafío muy grande, el de tener que trabajar duro para poder superar las barreras que les transformarán en una empresa más competitiva e innovadora”.
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